Los políticos pertenecen a ese 3% de la sociedad que comparten las siguientes características:

• No usan demasiado la prudencia, "para que no se les gaste".
• Viven en el filo de la ley: coquetean con el "abismo": tráfico de influencias, corruptelas, ...
  
• Son rápidos de "lengua", y la tienen muy afilada.
• Su futuro termina en el plazo de 3-4 años. Nada existe más allá de ese horizonte.
  
• Siempre llega otro detrás que lo hace mucho peor.
• A veces meten la pata, hasta el fondo.
  
• Suelen dejar que la sociedad avance, aunque no es éste su mayor objetivo.

¿Se nota que últimamente estoy desengañado de nuestros políticos?
Pero ¿qué seríamos sin ellos? ¿de qué o de quién hablaríamos en las tertulias de café?

Y todo esto viene a cuento de ese episodio que dicen que ha terminado con el "oasis político catalán", mientras se debatía el conflicto del barrio de El Carmel, ese agujero que se ha tragado hasta ahora edificios, millones de toneladas de hormigón y una parte de la inocencia de este país. Esto es lo que ocurre cuando:

• Un Presidente (Maragall) acusa en el Parlament a sus predecesores de CiU de llevarse el 3% de todos los contratos de obras que gestionaron, durante muchos años.
• El líder de CiU (Artur Mas) le responde de modo contundente, amenazando con "terminar la Legislatura" en términos prácticos.
• El acusador retira la denuncia tan rápido como la profirió.
• Un coro de voces de miembros de distintos partidos habla de que es un "rumor a voces".
• Algunos (Piqué, del PPC), piden dimisiones o elecciones anticipadas.

Y los ciudadanos, catalanes y no catalanes, perplejos ante tanta "caradura".
¿Qué esconden los políticos detrás de sus luchas ideológicas?

Dinero y poder son dos caballeros que suelen ir de la mano demasiadas veces.